Realizar una dieta equilibrada cumple probablemente unos de los papeles más importantes en nuestro estado emocional y en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Una dieta equilibrada tiene que ver con nuestra salud total, con nuestra piel y con el aspecto de nuestro cabello, con nuestros huesos y la función de nuestros órganos. Podemos decir que la comida es la primera medicina.
Parte de esa dieta tiene que estar conformada por las proteínas, un macronutriente fundamental al que muchas personas les cuesta obtener y que es de suma importancia para nosotros los que hacemos ejercicio. Básicamente, del 15% al 35% de nuestras calorías deberían provenir de las proteínas. El porcentaje restante le corresponde a los carbohidratos y a las grasas, siendo los carbohidratos el que más porcentaje debería tener de los 3.
Las carnes son una de las opciones principales para conseguir proteínas. El pollo (en especial la pechuga y sin piel), cortes magros de carne roja y todos los alimentos de mar, y por último los animales de caza. Todas esas carnes son grandes fuentes de proteínas. Cocinarlas para que sean saludables tampoco es complicado, sal, limón si quieres y a la plancha; a partir de allí todas las opciones que quieras, horneadas, a la parrilla, hervidas…
Los lácteos son otra fuente de proteínas que a menudo se subestima. La leche, los quesos, el yogurt son fuentes de proteína fáciles de conseguir y algunas fáciles de comer. Hoy en día estas opciones poseen alternativas que podemos llevar al trabajo y en general que podemos consumir si estamos apurados. Tienes opciones reducidas en grasa o descremadas y hay mucho para elegir. Los únicos que no deberían consumirlas son aquellas personas que son intolerantes a la lactosa pero incluso para ellos vienen opciones para el consumo.
Los huevos también son otra fuente increíble de proteínas que además es muy económica. Puedes consumirlos hervidos, pocheados o revueltos con un poco de queso. Pueden incluirse en una ensalada, en un sandwich o agregarlos para que se cocinen en un salteado de vegetales. Y lo mejor de todo es que pueden consumirse todos los días dentro de una dieta saludable. Atrás quedó el tiempo de que el huevo elevaba el colesterol, ahora se sabe que no es así.
Todas estas son las mejores fuentes para obtener proteínas ya que son las únicas que poseen proteínas completas. Todos los alimentos contienen proteínas en algún grado pero solo las proteínas animales son proteínas completas.
Lo único que deberías tener en cuenta es que a excepción del pescado, las carnes y los lácteos también son fuentes de grasas saturadas por lo que deberías consumir opciones magras en caso de las carnes y descremadas o reducidas en grasa en el caso de los lácteos.
Finalmente considera que todas tus comidas deberían tener alguna porción de proteínas pero que no es el único macronutriente que deberías tener en todas tus comidas. Cuida que cada comida que hagas en el día contenga los porcentajes apropiados de proteínas, carbohidratos y también de grasas sanas.
Fuente: Tu cuerpo ideal