Seguro que cuando estás en el gimnasio ves a gente hacer flexiones a todas horas. Si te fijas un poco más, algunos las hacen con las palmas de las manos apoyadas, otros usan sus puños para apoyarse, y otras personas, usan los agarres.
¿Te has planteado o sabes cuál es la diferencia entre hacer flexiones de una forma o de otra?
Cuando estamos entrenando siempre buscamos formas de hacer lo mismo de forma distinta, para cambiar el tipo de ejercicio y no quedarnos siempre en la misma monotonía ni en la misma rutina. Y es que las flexiones, los push-ups, son perfectamente válidas para realizar todo tipo de variaciones y técnicas, a veces, para aumentar la fuerza e implicación de los músculos que usamos, y otras veces, como ya hemos dicho, para huir de la aburrida monotonía.
No es definitorio ni significativo el hacer flexiones apoyando las manos o los puños, no influye en el resultado del ejercicio realizado, no hay una diferencia mecánica, pues trabajan los mismos músculos en el ejercicio. Lo que sí tienes que considerar a la hora de hacerlas, es que sí hay diferencia en cuanto a que no tienes total movilidad de la mano o si no las haces bien. Si no pones la postura correcta, haciendo la flexión con la mano completa apoyada es que te puedes lastimar o no hacer bien el ejercicio, algo que usando un agarre es mejor.
Las agarraderas las has visto seguro en el gimnasio. Son esas asas de metal que muchos usuarios utilizan a la hora de hacer flexiones. No se agarran a nada, solamente sirven para hacer un ejercicio de una manera determinada, pero, la verdad es que para las flexiones las agarraderas son una herramienta que deberías probar.